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M. piriformis
En comparación con sus «colegas» locales (músculos glúteos), el músculo piriforme tiende a debilitarse y, por lo tanto, pertenece a la categoría de músculos reflejos.
La regulación tonal de los músculos reflejos se ha demostrado en el pasado con la microcorriente y los electrodos de varilla. (desgraciadamente, ya no están autorizados por motivos de seguridad eléctrica). Sin embargo, también se puede conseguir el mismo resultado con la fototerapia LED.
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Dos circuitos alivian los músculos piriforme, de la cadera y lateral del muslo. El primero: empezar palpando las fibras transversas en el ángulo superior del músculo piriforme. Las bandas motoras gruesas suelen ser fáciles de palpar donde se unen los músculos piriforme y glúteo mayor y menor.
Aplique la terapia de luz LED o también la terapia de microcorriente al punto gatillo más sensible situado dentro de los ligamentos motores; el otro circuito debe aplicarse al punto gatillo de la banda iliotibial (situado al final de la costilla principal con las manos en el costado (Gb 31 en acupuntura).
La estimulación simultánea de estos dos puntos suele provocar una fuerte respuesta miofascial entre la cadera y los músculos laterales del muslo, lo que puede aliviar el dolor. (Hocking, 2002).
El nervio ciático va desde la parte baja de la espalda, pasando por las nalgas, hasta la parte posterior de ambas piernas. El músculo piriforme se encuentra exactamente en el trayecto del nervio ciático y es responsable de la rotación externa de la articulación de la cadera. Cuando todo está en equilibrio, el músculo y el nervio funcionan armoniosamente y permiten el movimiento y la sensibilidad de las piernas.
A veces, sin embargo, pueden surgir problemas. Si el músculo piramidal de la pelvis está irritado o acalambrado debido a un sobreesfuerzo, una lesión o un estilo de vida sedentario, puede presionar el nervio ciático. Esta afección se denomina síndrome piriforme y puede provocar dolor, entumecimiento y hormigueo en las nalgas y a lo largo del nervio ciático.
Los síntomas del síndrome piriforme suelen ser similares a los de la ciática causada por problemas lumbares como hernias discales. Por lo tanto, es importante un diagnóstico correcto para determinar el mejor método de tratamiento.
Para aliviar los síntomas y tratar el síndrome del piriforme, pueden ser útiles los ejercicios de estiramiento y fortalecimiento del piriforme y los músculos circundantes. Además, la fisioterapia, como la terapia manual y los ejercicios especializados, pueden utilizarse para relajar el músculo y reducir la presión sobre el nervio ciático.
Fuentes: